sábado, 1 de junio de 2019

Mierda suelta de mayo

Hola otra vez, y ya van cinco. A lo que vamos.

1 de mayo

El mes pasado acabó con la amistad que mantengo con mi compañera francesa que sabe español mejor que todos vosotros colgando de un hilo porque me comí por su culpa un spoiler de Juego de Tronos como la copa de un pino. Pues bien, hoy ha venido a mi sitio a pedirme perdón por ello. Yo le he preguntado, sin decirle que voy a verla en un par de días, que si había visto ya la ultima de Avengers. Y me ha dicho que no, pero que había oído que... Y toma otro spoiler. En serio, creo que tengo que aprender a elegir mejor a mis amigos.

2 de mayo

Hoy, por un motivo que desconozco y que no me ha dado por indagar, mi novia me ha preguntado por "ese químico que causa impotencia, o incluso castración" (sí, suele considerarme una especie de enciclopedia Encarta andante y hay veces que hasta le soy útil y todo). Yo estaba casi seguro de que se refería al bromuro, pero como soy un miserable que aprovecha la mínima para hacer humor negro con todo y en esta ocasión lo he tenido a huevo, le he respondido que Josef Mengele. Y ahora toca esperar a ver cuánto tardan en cerrarme el blog.

3 de mayo

Hoy he descubierto un concepto que por lo visto era bastante famoso, pero como estoy totalmente desconectado de la realidad (parezco Toni Cantó al principio de 7 vidas, y esta comparación tan viejuna debería ayudaros a haceros una idea del nivel), no estaba al tanto. Me refiero a las sandalias Birkenstock. Que cuando he oído la marca lo primero que he pensado ha sido que con ese nombre las sandalias le pegan a gente con las uñas mal. En plan que no quieres mirárselas pero al final no puedes evitarlo y es algo así como "argh, no sabía que existiese ese color".

4 de mayo

Esta anoche me he despertado y se me ha pasado por la cabeza un pensamiento que en su momento me pareció graciosísimo, pero no lo apunté por no encender luces y despertar a mi novia. Sólo recuerdo (aparte de que era hilarante) que tenía que ver con Antonio Alcántara.

5 de mayo

Lo malo de viajar y alejarse de la rutina diaria, y más cuando el destino al que voy está en España, es que tiendo a intentar comer todo lo que no tengo a mano en Irlanda (básicamente guarradas). Y mi organismo no para de gritarme: "mete fruta y verdura, hijo de puta".

6 de mayo

Mi novia y yo entramos en un restaurante casi vacío del barcelonés barrio de Sants. Dos mesas más allá, un hombre que acaba de cenar tiene shuf problemas con un trozo de comida que shuf se le ha incrustado entre las shuf muelas. Intenta shuf sorber el paluego ruidosamente pero shuf parece que no tiene éxito. En la tele están shuf hablando de política. Siempre shuf están hablando de política en la shuf televisión catalana. El camarero shuf nos trae la carta y shuf nos ofrece acompañar lo que shuf pidamos con una ración de pan con shuf ¿QUIERES HACER EL FAVOR DE USAR UN PALILLO, CACHO CABRÓN?

7 de mayo

Port Aventura mola si a uno le gusta esta clase de parques temáticos. Además, es una buena idea venir en esta época del año, pues aunque no hace tanto calor como para meterse a las atracciones que mojan, la afluencia no es muy alta y apenas hay que hacer cola para subir a las montañas rusas. Bueno, pues esperando para subir al Shambhala estábamos cuando hemos visto que acababa de montar un criajo entusiasmadísimo, con los brazos en alto y todo, celebrando la que le esperaba. No me jodas, si a mí a su edad me daba un miedo que te cagas meterme en el tren de la bruja.

8 de mayo

El chico que se sentaba a mi lado en la oficina y que estaba dejando de fumar hace un par de meses (dándome la idea QUE NO LLEVÉ A CABO de empezar a fumar yo para putearle) ha venido hoy a trabajar por última vez porque se cambia de curro y se va a no sé dónde. Y es que soy un seto que no ha hecho esfuerzos por hablar con él en todo este tiempo. Pues bien, antes de largarse, lo último que me ha dicho bromeando ha sido que me asegurase de que los globitos que su jefa había puesto en la mesa a modo despedida siguiesen ahí siempre, y me gustaría tomármelo como un juramento medieval, apuñalando a todo aquél que los tocase.

9 de mayo

Mi cabeza me putea mucho con el tema de hacer que se me peguen canciones y no se me vayan de la ídem. Para qu os hagáis una idea, llevo tres días con A message to you, Rudy, de los Specials metida sin que el método "piensa en el himno del PP" para que se pase (tranquis, que no voy a enlazarlo) funcione en este caso. Y eso no es lo peor. Ahora, además, mi cerebro SE HA INVENTADO una canción con ritmo en plan Los Punsetes y memachaca con ella. La letra dice "Estoy loca / Sangro por la boca / Me pongo betadine / Pero sabe mal".

Socorro.

10 de mayo

Hoy voy a hacer una reflexión a raíz de algo que he visto por la calle. Y como lo que tengo que contar cabe en un par de líneas, pues me toca rellenar el resto de la página metiendo paja sin contenido para no dejar un hueco en blanco. Bueno, yo creo que ya. A lo que iba, que he visto a un hombre BASTANTE MAYOR montado en patinete eléctrico, y considero que hay una edad a la que ya no es aceptable manejar estos trastos. Y es la misma a la que ya no es adecuado llevar sudadera con capucha.

11 de mayo

Me he enterado de que la nueva de Hellboy llegará a España censurada. Que le van a quitar las escenas con más casquería para que sea recomendable para un público más joven. No voy a entrar en debates al respecto. Sólo diré que, por mí, como si censuran ENTERA semejante MIERDA de película.

12 de mayo

Lo malo de no estar metido en Twitter es que a uno se le pasa por la cabeza una gracia y cuando la quiere compartir con las amistades, alguien que sí está en la red social del pajarraco avisa de que a algún tuitero ingenioso ya se le había ocurrido. En esta ocasión ha sido el concepto "githanos".

13 de mayo

Hoy he recibido una lección de humildad importante. He comido con dos compañeras de trabajo, y nos ha dado por hablar de música. No sólo de música, también hemos hablado de Maluma. Y es que ambas coincidían en que les gustaba. Y yo no he podido evitar decir que sus letras apestan a misoginia. Es entonces cuando una de ellas me ha respondido que casi todas las letras de casi todos los grupos y cantantes apestan a machismo, pero que les gusta el ritmo. Y yo, echando la vista atrás, me he dado cuenta de que los Beatles fueron los malumas de los años sesenta.

14 de mayo

El otro día estuve hablando con un compañero de trabajo de temas varios. Entre ellos, los niños. Le di mi opinión al respecto y él me dijo que me quitase la idea de la vasectomía de la cabeza cada vez que subo a un avión, que hay soluciones más baratas. Y bueno, me he hecho con esto:


El problema es que los auriculares cancelan TANTO el sonido que empiezo a oir voces cuando me los pongo y no están reproduciendo música. Y no, las voces no me piden que queme cosas o que mate a gente. Me piden que me haga la vasectomía.

15 de mayo

No somos conscientes de los pequeños privilegios de los que podemos disfrutar algunos de nosotros. Uno de ellos, y lo pienso cada vez que bajo del avión cuando llego a otro país es el pertenecer a la Unión Europea y no tener que sufrir una kilométrica cola en la que se encuentran ahora mismo quienes no tienen doce estrellitas en su pasaporte o carnet de identidad. Porque yo he pasado el control del aeródromo de Roma en segundos, y lo agradezco. Claro que ser europeo tiene sus inconvenientes, y es que te toca caminar mucho para seguir manteniendo la media frente a EE UU.

No sé, a mi novia esto le ha parecido una gilipollez.

16 de mayo

Hablemos de la distancia entre el aeropuerto de Roma (Fiumicino, aunque yo me he tirado semanas llamándolo fuimucino como un imbécil) y la capital italiana: es mucha.

Hablemos ahora de los medios de transporte disponibles entre Fiumicino y Roma: son pocos.

Lo mejor es pillar el tren para volver de la ciudad al aeropuerto (porque es donde está nuestro hotel, que hay que explicarlo todo), pero hay que saber que el último sale a las 22:35. Nosotros no lo sabíamos, y aquí estamos, llegando a la habitación a la una de la madrugada tras un viaje en bus de lo más chachi que no os voy a contar porque se me ha acabado la página.

17 de mayo

Es media tarde, y la Fontana di Trevi se encuentra, como de costumbre, asediada por cientos de turistas que se arremolinan en sus gradas con la intención de retratarse arrojando una moneda a sus aguas para, acto seguido, compartir la instantánea en redes sociales sin moverse del sitio. Empieza a llover y las gotas de agua causan un malestar general entre la gente al tiempo que el lugar se cubre de un mar de paraguas abiertos que hacen el sitio más sofocante aún si cabe. Y yo, bajo mi capucha, sentado en los escalones de la entrada a la iglesia de los santos Vincenzo y Anastasio, contemplo la escena y pienso: "pero qué asco".

18 de mayo

Hoy he cenado en un restaurante medio escondido en una callejuela romana. Y como he venido a lo que he venido, he jalado pizza. Ésta en concreto:


¿Qué os parece? Pues os voy a decir una cosa: ES LA PUTA PEOR PIZZA DE LA HISTORIA.

19 de mayo

Hoy he visitado el Vaticano. Y he llegado justo a tiempo para ver cómo el Papa se asomaba al balcón a decir que somos todos muy guapos y tal. Y me he dado cuenta, un poco acojonado, de que poco se habla de los boy scouts polacos, que parecen paramilitares.

20 de mayo

Hola, niños. Hoy vamos a aprender unos pocos trucos muy útiles a la hora de provocar que al camarero italiano de turno le dé un infarto. En primer lugar, pedir unos espaguetiS, marcando bien la ese que ellos no tienen en el plural y nosotros sí. Y exigir que estén bien cocidos. Una vez los traigan, solicitar un cuchillo para poder cortarlos en trozos más pequeños. Y pedir un poco de ketchup para aderezarlos. Y si el pobre hostelero sobrevive a todo lo anterior, nada como pedir de postre un café que lleve MUCHA LECHE. Risas aseguradas.

21 de mayo

Venga, una de problemas del primer mundo, que lo estáis deseando. A veces pienso que mi vida es un caos, con esto de que me toca estar a cuarenta cosas a la vez, y más teniendo en cuenta que, a día de hoy, todos llevamos un ritmo de vida extenuante que no nos da tiempo ni a poder sentarnos a ver las cuarenta series de Netflix que tenemos pendientes. Y yo, que lo que precisamente necesito de vez en cuando es desconectar de tanta complicación, voy y tengo la genial idea de comprarme esta mierda:


22 de mayo

Mantengo, y estaréis de acuerdo conmigo, que lo que conté ayer fue un lloriqueo injustificado porque cuando uno no sufre de guerras, hambrunas, genocidios o tener en la presidencia del Gobierno a los gemelos Kaczynski no debería quejarse mucho de su propia existencia. Pero yo soy muy de tirar para delante, así que voy a mantener todo lo que dije y además voy a reiterarlo. ¿Que por qué lo hago? Pues porque no aprendo, joder. NO APRENDO:


Y éste no tengo huevos a desarmarlo todavía.

23 de mayo

Hoy he ido a cortarme el pelo. Y no voy a volver a relatar mis miedos y fobias al respecto porque ya me vale. Además, la peluquera (una irlandesa entrada en años) ha sido muy amable conmigo y me ha dado una conversación de lo más interesante consistente en quejarse de que los tomates de ahora no saben como los de antes. Y yo mientras tanto he pensado que con la de marcas por la varicela que debo tener en la cabeza, si me rapase al cero aquéllo iba a aprecer como cuando vacían el estanque de El Retiro.

24 de mayo

Por lo visto están levantando un bloque de pisos a pocos metros de donde viven mis padres. Y las obras están en fase de vaciado de solar para hacer el aparcamiento subterráneo. Pues bien, aparte de la zorrera de polvo que está jodiendo la caja de todos los bares que tienen terraza cerca, hay un grupito de hombres jóvenes que pasan la tarde ante la valla de la obra CON SUS HIJOS viendo las máquinas. Que me imagino la hora de la comida en sus casas:

—Papá, ¿nos llevas al chiquipark?

—No, hijos. Nos vamos a ver zanjas.

25 de mayo

Vale que mis flamantes auriculares son una maravilla si de aislarme del mundanal ruido se trata cuando voy en avión, pero es que en algún asiento detrás de donde estoy yo hay alguien soltando unos ronquidos que va a terminar despresurizando el aparato.

26 de mayo

¿Es una broma? Tiene que ser una broma. Por favor, decidme que es una broma. A ver, es que tiene que ser broma. No puede ser que vaya en serio. Esto, colocado aquí. Que tiene que ser una broma, joder. Con su cara en el logo y tal. Ah, pues no es una broma, no.


27 de mayo

Al igual que hice durante mi visita a Barcelona semanas atrás, el pasar unos días en casa de mis padres en Valladolid está suponiendo que cerdee toda clase de golosadas, destacando la Nocilla (no, en Irlanda no hay. Hay Nutella, pero NO ES LO MISMO). Hoy me he acabado un tarro, y le he dicho a mi madre que así ya tiene vaso nuevo. Me ha preguntado que si quería llevármelo, y he rechazado su oferta. No por el riesgo logístico (que también), sino porque me interesa tener en casa el menor número de vasos posible para que el número de visitas también sea mínimo.

28 de mayo

Hoy he ido a visitar a una amiga a su casa. Vive en un pueblo, y aunque no os voy a dar el nombre del mismo porque no es asunto vuestro, os diré que me ha encantado pasear por sus calles tranquilas (no como el puto centro de Dublín, que es un atasco constante porque allí la gente se sube a su coche hasta para ir a cagar), y lo que más me ha gustado, porque es un concepto maravilloso, es que en aquel sitio, cada año, celebran un concurso de espantapájaros. DE ESPANTAPÁJAROS, JODER.

29 de mayo

Voy a aprovechar esta página para lanzar un mensaje a los cuatro que me leéis: donad sangre. Yo lo llevo haciendo varios años y, dejando a un lado que es muy probable que quienes reciben mi sangre me caerían mal si les conociese, sienta bien saber que se está llevando a cabo un acto solidario y tal. El único problema que acarrea es el brazalete de esparadrapo que toca llevar durante las siguientes horas, porque voy por la calle luciéndolo y la gente que no controla del tema me mira como si fuese un yonki.

30 de mayo

Hoy he ido al dentista porque mis muelas tienen la fea costumbre de agujerearse y doler. Y tenía cita a última hora de la tarde, estando ya MUY cansado por el trajín del día y justo después de una señora de avanzada edad a la que vi entrar en la consulta minutos después de que yo llegase. Y quizá fuese aquel cansancio el que me haya hecho ser mala persona, pero al ver lo que tardaba en salir no he podido evitar pensar: "¿Por qué tarda tanto? Si seguro que no tiene demasiados dientes que revisarse".

31 de mayo

He querido acabar el mes de forma elegante, por lo que cuando me he levantado me he dirigido a una cafetería cercana para meterme un desayuno dulce como no lo hay en Irlanda. Mientras me lo papeaba, el hilo musical atronaba coplas de Rocío Jurado. Y ahora esperaréis que eche espuma por la tecla al respecto. Pues no. Lo he agradecido. Algo así viene bien que no veas cuando durante la cena del día anterior te ha tocado ver El Hormiguero y soportar al puto Daddy Yankee que ha ido de invitado para promocionar UNA canción. Manda huevos.

Mes finiquitado. Nos veremos en junio, ¿no?

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miércoles, 1 de mayo de 2019

Mierda suelta de abril

Cuarto mes de penitencia. Ya ha pasado un tercio de año y no sé vosotros, pero yo aún no he hecho nada de provecho. Me imagino que vosotros tampoco, así que vamos a lo que vamos:

1 de abril

Empiezo mes y semana, y como eso hace que para mí este día sea especial porque tengo un sistema de valores muy raro, voy a dedicarle esta página a un personaje que ha sido para mí una fuente de inspiración y sabiduría durante más de veinte años. Su forma de ver y entender la vida ha resultado fundamental para que hoy haya podido llevar a cabo de forma exitosa la difícil tarea que tenía entre manos. Por ello, y si estás leyendo esto (que lo dudo), esta parrafada y esta foto van por ti, Íñigo Segurola:



2 de abril

Hoy ha tocado debate. Bueno, en realidad no ha sido debate. Ha sido una de las muchas discusiones absurdas en las que nos enfrascamos mi compañera francesa que habla español y yo porque no nos tomamos las cosas en serio. He de decir que ha empezado ella llamándome "inmaduro" al reparar en las pegatinas que decoran mi portátil del curro. Yo he replicado y zanjado el tema cuando le he dicho que hay dos tipos de personas: están quienes decoran sus portátiles con pegatinas y por otra parte está la gente aburrida.

3 de abril

La lección de humildad del mes viene de la mano del camarero que hoy me ha servido el desayuno. Tras preguntarme que de dónde era yo y escuchar mi respuesta, me he preparado para la típica conversación forzada sobre júrgol, y en vez de eso me he quedado flipado al oirle enumerar unas quince provincias de España que se conocía al dedillo. Y el pavo era croata. Luego ha tocado hablar de su país y yo, que lo único que conozco de allí es a la Ustacha y no era plan de sacar ese tema, sólo he podido articular un "muy bonita Dalmacia, ¿no?".

4 de abril

Os voy a describir mi situación actual a bordo del vuelo Dublín-Madrid de Aer lingus para que os hagáis una idea de lo chachis que van a ser mis próximas dos horas: a mi derecha, una señora de Austin, Texas, que está poniendo el grito en el cielo porque le han hecho pagar por el té; detrás, las dos únicas niñas de TODO el avión, compitiendo por ver quién grita más alto; y justo delante, un pijo cabrón que, tras echar para atrás el asiento y aplastarme las rodillas, se ha ofendido cuando le he hecho ver que literalmente no tenía sitio. A mi izquierda hay una chica muy maja que está dormida y ya.

5 de abril

Resulta que lo de las frasecitas moñas en los pasos de cebra de Madrid no es un montaje de algún colgado hipster en Twitter. Hoy las he visto en persona, y ha habido una en particular a la que no he podido evitar darle un par de vueltas. Decía algo así en plan "La muerte del último hombre no será contada. Que yo he pensado "eso no te lo crees ni tú. Cuando muera el último hombre, Leticia Dolera no va a tardar ni cinco minutos en publicar un tuit celebrándolo".

Ya os he dicho que en este blog recibe todo el mundo sin distinciones.

6 de abril

Hoy he hecho un comentario que a mi novia le ha parecido entre macabro y bestia. Como si no me conociese a estas alturas. Le he dicho que un profesor, cuando se jubila, amocha a los cinco años como mucho, porque los profesores jubilados son como huskies viviendo dentro de un piso.

7 de abril

Todas las madres del mundo merecen un respeto en mayor o menor medida. No valoramos los sacrificios que han tenido que hacer por los suyos durante gran parte de su vida. Eso no quita que quiera mandar al gulag a todas las madres que juegan con el móvil en el tren sin quitarle el sonido.

8 de abril

Ayer hablé de madres en general y hoy voy a hablar de una en particular. De la mía, para ser más concretos. Y por dos motivos. El primero es que me ha dicho que no lo haga y ¿qué queréis que os diga? El hijo le ha salido un poquito cabrón. La segunda es para elogiar que, entre sus muchas cualidades, está la de llamar a mi hermano desde la cocina pegando unos silbidos de pastor tan fuertes que me cortan la leche del café del desayuno.

Y así, queridos niños, es como uno se queda sin herencia.

9 de abril

A mi amiga francesa que habla español mejor que todos vosotros juntos le gusta el fuet. Le encanta. De hecho, le he dado una barra de fuet Casa Tarradellas de las que siempre tienen en oferta en el Mercadona y casi se le saltan las lágrimas. Me ha dicho que otra amiga suya va a visitarla, viniendo de Madrid, y que a ella también se lo ha encargado. Pero que se siente mal porque su amiga es vegana y no sabe cómo se tomará este carnívoro encargo. Yo le he dicho que ha sido buena idea, que así es seguro que no se lo va a jalar ella durante el viaje.

10 de abril

Hoy he recibido la visita de un amigo de la universidad, y como soy un poquito miserable y tengo permitido invitar a comer a gente a mi oficina, pues he aprovechado la oportunidad para restregarle un poquito todo lo que tenemos en mi trabajo y que ya he comentado aquí más veces. Mi miserabilidad ha alcanzado un punto álgido cuando, sentados en los sillones del bar que hay en mi planta, ha dicho que sólo uno de los sofás era más grande que toda la cocina de su oficina. A mi yo hijoputa le ha sentado como un beso en la boca.

11 de abril

Hace dos días hablé de mi amiga francesa que habla español mejor que todos vosotros, y ayer hablé del amigo de la facultad que vino de visita a mi oficina. Hoy voy a hablar de los dos, pues ayer interactuaron durante tal visita, y se produjo una situación que dejó bien claro por qué me cae tan bien esta chica. Cuando les presenté, definiéndole a él como "un amigo de la universidad", ella me miró con una ceja levantada y dijo, delante de todos: "Ah, pero tú ¿tienes amigos?".

12 de abril

Mi gata sabe cómo vivir a cuerpo de rey: llora para que le demos de desayunar, comer y cenar. Llora para que le dejemos salir y le dejemos entrar. Se pasa gran parte del día durmiendo y cuando quiere desperezarse, se reboza por la moqueta del salón. Pero mi gata no sabe nada de física, y tras un reboce moquetil particularmente largo, se ha acercado a pedirme mimos, ignorante de su propia carga de electricidad estática. Me ha bastado con tocarle un pelo del bigote para que sufriese un calambrazo que le ha tenido media hora escondida en la cocina.

13 de abril

Lo de la relatividad del tiempo se puede demostrar fácilmente en una cola de facturación de un vuelo de Aer lingus. Como sólo usan esta aerolínea yayos y familias numerosas, uno siente que han pasado siglos cuando le toca su turno de una puta vez.

14 de abril

He de reconocer que no estoy llevando esto de la agenda al día. A veces escribo conceptos en el móvil y varios días después tiro de ellos para llenar una página. El problema es que a menudo olvido de que iba lo que escribí. Por ejemplo, tengo escrito "ofrecer imbecilidad", y ni puta idea de qué leches he querido decir.

15 de abril

Buena época para pillarse un catarro, una gripe o similar. Aunque esto no es nuevo. Llega abril y tarde o temprano todo el mundo está tosiendo y moqueando. Claro que es posible escapar de esta epidemia intentando evitar el contacto con gente pachucha y lavándose mucho las manos. Y yo, que soy así de listo, he decidido por voluntad propia zambullirme en un gripazo al encerrarme durante varias horas en una sala de reuniones con mi compañera de curro francesa, que lleva un par de días tosiendo las tripas, la pobre.

16 de abril

Por primera vez desde que escribo en este blog voy a pedir la participación de los cuatro gatos que lo leen. Tampoco voy a pedir demasiado, que ya sé que contar con los demás es el primer paso hacia la decepción más absoluta. Me basta con que hagáis una pequeña reflexión y decidáis mentalmente qué os parece más adecuado: que le diga a mi novia ue es capaz de perderse en línea recta o que le diga que es capaz de perderse esando sentada. Y me parece muy coherente que si soy un miserable con todo el mundo también lo sea al menos un poquito con ella, ¿no?

17 de abril

Demasiado a menudo soy como el saco aquél que salía en Pesadilla antes de Navidad. Y no porque esté lleno de gusanos, sino porque me gusta demasiado hacer apuestas absurdas. La última la he hecho con mi novia, y por una vez he ganado yo. Ella pensaba que el ruido raro que acababa de esucharse provenía del exterior, y que era nuestra gata pidiendo entrar en casa tras su paseo vespertino; pero yo estaba convencido de que había sido una gaviota en el episodio de Juego de tronos que estábamos viendo en ese momento.

Mi novia me debe una cena.

18 de abril

Venga, una página de la agenda dedicada a algo que odio, ¿por qué no? Además, es posible que algunos compartáis mi punto de vista. Y es que odio las putas farmacias. En serio, se supone que deberían ser templos de la salud a los que acudir en busca de aquello estrictamente necesario de cara a mejorar una anomalía en nuestros organismos. Pero no, siempre que me meto en una farmacia acabo deseando algo que no necesito, y abandonando el lugar lleno de frustración por no haberlo comprado. Galletas para bebés, en esta última ocasión.

19 de abril

Hoy es Viernes Santo. Como cada mañana, me he levantado con el canto del despertador, he preparado mis cosas y he salido de casa con destino a la oficina. Sin embargo, hoy había algo distinto en el ambiente durante el camino al trabajo: el aire, más húmedo de lo habitual en el abril irlandés, olía profundamente a incienso, una densa niebla invadía las calles, la luna llena brillaba con palidez en lo alto del cielo y mi unico acompañante en esos momentos ha sido el silencio.

Tengo que reconocerlo, ha sido la mejor muerte de Jesucristo hasta la fecha, Felicidades.

20 de abril

Da igual si se es rico o pobre, joven aoviejo, votante de Vox o persona decente. Hay situaciones que nos ponen a todos los seres humanos en el mismo lugar, especialmente aquéllas cargadas de tragedia. Como quedarse sin pasta de dientes y no tener dónde comprar hasta dentro de dos días.

21 de abril

Si lo flipásteis con el Guardiola hecho de gofres que pseudosoñé el mes pasado, no os vais a creer lo que he pensado hoy al despertarme: una parada de pizzas. Como las del bus, pero quien llega es un repartidor de pizzas que las entrega a quien esté esperando. Le veo futuro.

22 de abril

Lo he dicho varias veces, lo voy a decir una más y estoy convencido de que no será la última: mi novia es la hostia. No quiero convertir esto en un discurso pasteloso elogiándola, entre otras cosas porque esos detalles no son asunto vuestro y aquí hemos venido a reírnos un rato. Lo que sí que voy a hacer es describir brevemente la última escena que me ha regalado: tras estornudar tres veces seguidas, sus propios estornudos le han provocado un ataque de risa por el que ha acabado llorando durante varios minutos.

23 de abril

Ayer aseguré que no me iba a poner pasteloso, pero hoy he cambiado de idea. Hablemos de romanticismo. No os asustéis, que los tiros no van por donde estáis pensando. Una vez más, no pienso transformar esto en una mierda de parejas agaporni de las que cuyos miembros salen juntos hasta en las fotos de DNI. Lo que voy a hacer es resaltar lo más romántico que dos personas pueden hacer: compartir un puto catarro. Y si no os ha hecho gracia, echadle la culpa al ligero delirio que mi actual estado de salud me está provocando.

24 de abril

Voy a lanzar una pregunta a aquellas lectoras del blog en edad fértil. Vale que no puedo experimentar en primera persona hasta qué punto la regla puede llegar a ser un puto coñazo. Que si cambios hormonales, dolor físico, el follón que supone, tener que andar pendiente del proceso durante toda la duración del mismo... Y por encima de todo, soportar a gilipollas haciendo comentarios al respecto. Pues bien, mi pregunta a modo ejercicio teórico es: si pudiéseis elegir, ¿qué preferiríais? ¿Todo lo anteriormente descrito o, una vez al mes, convertiros durante unas horas en Mochilo, el de los Fruitis?

25 de abril

Mi curro mola un huevo. Si, otra vez vengo a restregaros esta mierda. En esta ocasión, lo que vengo a contaros es hemos organizado una partida de Pictionary contra un equipo que está en otra ciudad, así que nos lo hemos montado por videoconfferencia. Cuando le tocaba a uno de los nuestros y se ha puesto a dibujar lo que se supone que era una "novia", hemos empezado a gritar como locos conceptos que no tenían nada que ver. Yo he sugerido "medusa", y una chica sentada a mi lado ha optado por "semen". ¿Mola un huevo mi curro o qué?

26 de abril

Hoy he pillado un par de donuts de la cafetería del trabajo con la intención de llevarlos a casa y merendarlos. El problema es que sólo contaba con servilletas para envolverlos, y sabía que la grasa traspasaría tal tejido y acabaría manchándome. Por ello he tenido la genial idea de pedirle a una compañera que me trajese una compresa de su baño para usar el envoltorio de plástico. Ella, tras mirarme como si yo fuera imbécil, ha ido a la cocina y ha vuelto portando en su mano un trozo de papel de aluminio y en su cara la misma mirada.

27 de abril

Mi mejor amigo me ha preguntado que si, pudiendo elegir entre ver dos minutos en el futuro o dar ataques de diarrea a la gente, qué preferiría. Y yo he dicho que lo de la diarrea. Luego me ha preguntado que qué nombre de villano tendría, y no lo he dudado: Doctor Cagadas.

28 de abril

Juraría que ya he utilizado esta fórmula en otra entrada de algún mes pasado, y que incluso lo hice un domingo como hoy, pero voy a repetirlo porque considero que es muy importante que declare que la última peli de Hellboy es UNA PUTA MIERDA.

29 de abril

Os he hablado mucho de mi amiga francesa que sabe español mejor que todos vosotros, pero es posible que de ahora en adelante esa tendencia cambie radicalmente. A ver, no os asustéis, que no es para tanto. Lo que pasa es que ha tenido lugar una pequeña aflicción que probablemente haga que nuestra amistad se resienta en el futuro. Pues, ¿no va la tía y publica hoy por la mañana un comentario en Facebook calzando un spoiler del último capítulo de Juego de tronos que aún no he visto?

30 de abril

Los más frikis sabréis lo que es el LIGO, el complejo ése raro que no sé muy bien lo que hace (y quien quiera más info que tire de Google), pero que es noticia cada semana por los descubrimientos que los científicos hacen gracias a él. Que si el LIGO descubre no sé qué de los agujeros negros, que si el LIGO descubre tal cosa de las ondas gravitacionales... Molaría encontrarse noticias en plan "el LIGO descubre el amor", o "el LIGO descubre la mejor estructura empresarial posible de cara a maximizar los beneficios económicos en mercados de alta competencia corporativa" y así.


Hala. Hasta mayo.

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lunes, 1 de abril de 2019

Mierda suelta de marzo

Tercer mes de esto, oye. Ya sabéis que en parte lo que me mueve a seguir es el cumplir castigo por gastar en cosas que no debo, pero también lo hago por dar por saco a quien no le haga gracia. En fin, allá voy:

1 de marzo

Hoy he pasado la tarde con varios compañeros de trabajo porque una mexicana del mismo celebraba su cumpleaños. He conocido a bastante gente nueva (estoy descubriendo esto de socializar, ¿qué pasa?) y he hecho muy buenas migas con un noruego cuyo nombre no puedo escribir porque no sé ni como se pronuncia. Nos hemos caído bien por nuestra facilidad para burlarnos de cualquier nacionalidad. Al llegar el turno de España, primero me ha pedido perdón por su "ignorancia" respecto a nuestra Historia, y luego se ha tirado cinco minutos hablando acerca del Califato de los Omeyas, el colega.

2 de marzo

Hoy, mientras mi novia y yo caminábamos en dirección al centro de Dublín con la intención de echar un Cards Against Humanity, nos ha adelantado un tándem. Y yo le he dicho "tú y yo en 2019 y esos dos... En el puto siglo XIX. Evolucionad. joder".

3 de marzo

Hace tiempo pasé por la puerta del un pub no muy lejos de mi casa en el que se suponía que servían desayunos. Hoy hemos ido a comprobarlo y hemos salido muy satisfechos. Eso sí, el camarero y el cocinero sumaban 150 años. El gerontourante, llamo al sitio.

4 de marzo

Hoy he vivido una situación que no me gustaría describir aquí, pero una parte de mí se siente obligada a compartirlo con los demás, a modo terapia y tal. Resulta que he ido al Tesco porque me hacía falta una bandeja de champiñones para la cena, y cuando me he puesto en la línea de cajas con ella, se me ha colado un niño tonto. Y claro, yo sin saber qué hacer en esa situación. Total, que al final me he visto tan bloqueado que he acabado saliéndome de la cola, devolviendo los champiñones y largándome del Tesco. Sin hacer compra.

5 de marzo

Lo he mencionado ya alguna vez en este blog y lo voy a volver a hacer hoy: el tema de los olores me vuelve especialmente irascible. Tan irascible como estaba mi gata esta noche mientras mi novia y yo tratábamos de cenar. Y como no había forma de que dejase de maullar como una loca pidiendo casito, me ha dado por pulverizar un par de veces su árbol con un spray relajante que tiene. Y JODER, QUÉ ASCO. La casa ha olido a mierda durante el resto de la cena. No sólo eso, sino que estoy escribiendo esto desde la cama y sigo teniendo el hedor pegado a las narices. Matadme.

6 de marzo

Os voy a contar el momento Pepe Viyuela que he vivido esta mañana porque ha sido estupendo: he entrado a los baños de la oficina mascando chicle, y al sacármelo de la boca y querer arrojarlo a la papelera se me ha pegado a los dedos en el último momento, por lo que ha caído fuera. Esto mismo ha ocurrido una segunda vez, sólo que en esta ocasión LO HE PISADO al tratar de localizarlo. Y lo peor ha sido que, mientras me peleaba conmigo mismo a la pata coja intentando quitármelo de la suela, me ha dado un tirón en la pierna debido al esfuerzo y la postura.

No. No había nadie más en los baños, cabrones.

7 de marzo

A veces pienso que el mundo se está perdiendo a un creativo publicista DE LA HOSTIA porque no me estoy poniendo a ello. Cada día veo a más gente que lleva puestos los horrorosos airpods en las orejas. No me lo neguéis: ves de lejos esos pegotes blancos saliéndole de los oídos a la gente y tienes que fijarte dos veces para evitar pensar mal. Pues bien, creo que el asunto mejoraría MUCHÍSIMO tan sólo modificando un pequeño detalle de estos artilugios: el color. En serio, imaginad que fuesen de color ROJO.

fuente: usa today

8 de marzo

Mi mente funciona de maneras que no puedo explicar. Cierto es que la psique humana lleva intrigando al hombre desde que nos dio por andar sobre dos patas, pero mi caso particular tiene huevos. Me explico. Anoche, mientras me estaba quedando dormido, se me ocurrió un concepto que en el momento me pareció HILARANTE, así que lo apunté en el móvil para acto seguido dejar que el sueño me invadiese por completo. Hoy, tras pasar el día sin haber recordado tal acontecimiento, he visto lo que apunté anoche:

Josep Guardiola hecho de gofres

9 de marzo

Hoy es el primer día de mi nueva vida, en la que voy a dejar de estar pendiente de quienes caminan delante de mí, se giran de golpe y me obligan a hacer un quiebro para evitar que choquen contra mis 90 kilos y mi metro noventa.

A cinco gilipollas me he comido ya, sólo hoy.

10 de marzo

Lo bueno que ha tenido el día de hoy (entre otras cosas) es que, al haber habido partido de las Seis Naciones en Dublín, en vez de pensar un chiste, me basta dejar que los aficionados al rugby franceses y su falta de sentido del ridículo SEAN el chiste.

11 de marzo

Ayer me encontré una cartera con cincuenta euros y varias tarjetas. Y como soy un ser decente, hoy he ido a llevarla a una comisaría, parando antes en el Tesco del niño tonto para comprar galletas, pues mi novia, que estaba conmigo, y yo teníamos hambre. A la hora de pagar ella se ha ofrecido y yo, que sólo tenía a mano el billete ajeno, le he dicho que vale, pues podría haber sacado 50 euros. Ella, ante tamaña sobrada ha dicho: "también te puedes sacar la chorra", y yo he replicado: "pero los 50 euros pretendo entregarlos en comisaría. La chorra, no".

12 de marzo

Me han cambiado de sitio en el curro.

No. No estoy dando problemas a nadie aún. Lo que pasa es que hay otro equipo con el que tengo más relación, y me han sentado entre ellos. Ahora tengo a mi lado a una francesa que habla español con la que auguro buenos ratos, pues es de esas personas que se ríen con cualquier memez que yo diga. Por ejemplo, me ha sorprendido con la mirada perdida, me ha preguntado preocupada si todo iba bien y se ha reído durante medio minuto al oír mi respuesta: "mi cactus se está muriendo".


13 de marzo

Hoy he conocido uno de los más claros ejemplos de integración cultural desde que me vine a vivir aquí. Resulta que otro de mis nuevos compañeros, italiano, tuvo que renovar su carnet de conducir hace no mucho y, debido a que no le daba tiempo a irse a Italia para tramitarlo, tuvo que hacerlo desde Irlanda. Todo bien, si no fuese porque su licencia de tipo B, al ser irlandesa y no italiana, le ha hecho perder el permiso para conducir ciclomotores. Pero al menos le permite conducir tractores.

14 de marzo

Sé que lo mío con los olores tiene tela. Y sé que con la que va a caer hoy ya van dos veces que lo menciono este mes. Que podréis decir, y con razón, que me estoy pasando un poquito metiendo paja en la introducción sin llegar a ninguna parte, pero es que lo que os voy a contar cabe en un par de líneas. Hoy he empezado un tubo de pasta de dientes de Sensodine que huele exactamente igual que la tienda de bricolaje que había junto a mi casa de Valladolid.

Pues a mí me ha hecho gracia, joder.

15 de marzo

Hoy me he llevado una lección de humildad de las que siguen doliendo por mucho que pasen los años. He conocido a un compañero de oficina en una fiesta del trabajo que me ha preguntado si sabía español. Yo, haciéndome el gracioso, le he dicho con hacento guiri que uno poquitou, y él me ha dicho en perfecto inglés que sabía un poco de italiano. Total, que nos hemos puesto a largar en la lengua de Shakespeare unos cinco minutos hasta que me ha dicho en un perfecto español: "que soy de Venezuela". Y yo he pensado: "tú de Venezuela y yo gilipollas".

16 de marzo

A partir de ahora, cada vez que la vida me ponga una de sus divertidas zancadillas, superaré el mal rato pensando en el chico que, después de pasarme con su bici, ha tenido que parar a recoger su móvil, que se le había caído a un charco.

17 de marzo

Hoy he llevado a cabo una de mis idas de olla absurdas. En este caso ha sido visitar a una amiga por su cumpleaños. Vive en un pueblo a 18 kilómetros de mi casa. Y he ido andando. Por el camino he visto un kitkat sin abrir en el suelo y me ha puesto ojitos. Haceos una idea.

18 de marzo

Esta noche he tenido un sueño raro de cojones. Resulta que me elegían para hacer de Melchor en la cabalgata de Valladolid (¿cómo hos habéis quedado?) y yo, con mis dos huevazos, me presentaba en el lugar de partida a diez minutos de que empezase, con todo el mundo listo (había hasta varios melchores de reserva y todo). Cuando preguntaba a una de las organizadoras que dónde estaba mi ropa para cambiarme, me decía que no se habían dado cuenta y no tenían nada preparado, así que iban a tirar de uno de los reservas. Y yo me he despertado de una mala hostia...

19 de marzo

Hoy he pasado la tarde con mis compañeros de trabajo en una actividad pagada por la empresa porque mi vida está siendo la hostia. Hemos estado jugando a los bolos y al billar, y también ha caído una ronda de laser tag. Era la primera vez que jugaba a esto, y aparte de descubrir lo malo que soy, he tenido ocasión de darme una fabulosa hostia con una compañera en la que se han visto involucrados mi cara y su chaleco de plástico duro. Pero no os preocupéis, que sólo he tenido la vista borrosa unos minutos.

20 de marzo

Hoy toca una pequeña observación que he hecho varias veces y que, por motivos que no os incumben, he recordado esta tarde. Y como es algo que se resume en un par de líneas, estoy dando rodeos como Pepe Isbert en Bienvenido Mister Marshall. Pero ahí va: en el mundo hay dos tipos de personas. Los que no habéis firmado vuestra tarjeta de crédito en la vida y los que la firmamos SIEMPRE en cuanto cae en nuestras manos porque UNA vez un tendero gilipollas se negó a aceptarla al cobrarnos porque no la teníamos firmada.

21 de marzo

Reflexión borde, va: en los últimos años, con esto de Internet, las redes sociales y el intercambio de información, ha surgido un grupito de gente que me toca especialmente los huevos. Todos aquellos que van de neuróticos con el tema de la privacidad y los datos. "Huy, yo no tengo Facebook, que no tengo por qué darle mis datos al Zuckerberg". "Huy, yo hago búsquedas en modo incógnito, que Google no tiene por qué saber lo que quiero". Te voy a decir una cosa, criatura: tu vida de mierda no le interesa A NADIE. Así que tranqui.

22 de marzo

Os voy a plantear un dilema. Imaginad que no tenéis coche. Pero necesitáis coche. Y se os ofrece el adquirir uno que os viene de perlas en todos los aspectos: es nuevo. Es espacioso. Apenas consume combustible. Las piezas son de la mejor calidad y os va a pasar la ITV a las mil maravillas. No sé, no soy un experto en coches, pero éste iba a ser EL coche para vosotros. Ahora bien, sería un coche fúnebre. Y la pregunta es: ¿cuánto estaríais dispuestos a pagar por él? Yo, creo que diecisiete euros.

23 de marzo

Hoy he desayunado cruasanes a la plancha con mi novia porque, si hay una forma mejor de empezar un sábado, que baje Dios y la vea. Y al ir a prepararlos le he pedido (a mi novia, no a Dios) que me alcanzase la mermelada en vez de la mantequilla. Pero es que yo suelo confundir conceptos ligeramente relacionados de vez en cuando: mantequilla y mermelada, croqueta y albóndiga, avión y autobús, fascismo y Vox...

24 de marzo

Bienvenidos un día más al programa líder de audiencia del domingo por la tarde: Me acaban de soplar ocho euros por un puto café irlandés en un pub de Dublín. Es esta nueva edición, me desplazaré a un pub de Dublín para que me soplen ocho euros por un puto café irlandés.

25 de marzo

En las últimas semanas he hecho buenas (muy buenas) migas con la compañera francesa de curro que ya he mencionado (habla español mejor que todos vosotros, por cierto). Hoy me ha estado hablando un poco de su hermano, y me ha dicho que se lleva muy bien con él porque tienen muchas cosas en común, como por ejemplo ser del Real Madrid. Me ha dicho también que se suelen mandar mensajes cuando pierde su equipo para consolarse, y yo he observado: "pues últimamente os pasaréis hablando todo el día".

Me ha sorprendido lo bien que ha pronunciado la frase "José, eres un hijo de puta".

26 de marzo

Hoy, mientras mi novia y yo esperábamos a que comprobasen nuestras tarjetas de embarque al llegar al aeropuerto, nos hemos dedicado a quejarnos. Yo he criticado a esa gente que hace la cola del control de seguridad con toda la ropa de abrigo puesta y al llegar a la cinta se quita todo con parsimonia, y ella ha criticado a la gente que tiene todos los líquidos sueltos por la maleta y al llegar a la cinta tiene que meterlos en la bolsa uno por uno con parsimonia.

Bueno, pues minutos después nos ha tocado perder tiempo en la cinta detrás de un chino abrigado hasta las cejas que ha tenido que buscar todos los líquidos por dentro de su maleta. Con una parsimonia de la hostia, por supuesto.

27 de marzo

No sé si es porque los vuelos ya no me sientan tan bien como antes, o porque el clima de Canarias es demasiado soleado comparado con lo que llevo soportando meses en Dublín, pero tengo el estómago como una noria. Y no me refiero a una noria en plan bien, como la London Eye o la que hay en la Place de la Concorde en París, no. Me refiero a una noria con la leyenda "Hermanos Carracedo" y que está montada sobre calzos de madera en un descampado lleno de jeringuillas y condones con motivo de las fiestas del barrio. Una de esas norias, no sé si me explico...

28 de marzo

Hoy voy a fardar con poquito, lo siento. Resulta que mi novia y yo nos hemos metido sendos cafés con crepes de chocolate en una terraza cuyo hilo musical era una delicia. Creo que han sonado unas diez u once canciones mientras hemos estado allí, y todo ha sido en plan Beatles, Doors, Eagles, etc. Y sí, ha sido un regalo para los sentidos.

Si menciono esto es porque considero que el Cosmos me debía una, pues minutos antes de eso estábamos comiendo en un restaurante que nos ha atronado sin parar con música del puto Julio Iglesias.

29 de marzo

Voy a dejar que sea mi novia quien protagonice la historia del día. Pero antes tengo que dar un par de datos para contextualizar: la pobre tiene un poco de miopía y en ese momento no llevaba las gafas. Además, el sol pegaba de cara, por lo que la visibilidad era aún más reducida.

Total, que estábamos bañándonos en la playa y mi novia ha dicho: "esa boya no estaba ayer ahí, ¿no?"

No había ninguna boya.

Aprovecho para saludar al calvo que estaba nadando cerca y que no creo que entendiese por qué arrancamos a reir los dos en aquel momento.

30 de marzo

He tirado de Google Maps para confirmarlo, y puedo decirlo con total certeza. He viajado a varios países, he estado en la mayoría de continentes, y el punto más meridional que he visitado hasta la fecha es un supermercado SPAR de Fuerteventura.

31 de marzo

Voy a acabar el mes de buenas. Hace medio año mi compañero de trabajo cordobés (ahora ex compañero) me dejó a deber un desayuno por haberle hecho ver a otro compañero (ahora ex compañero) que sólo compartía mierda en un grupo de Whatsapp del curro. Y la deuda ha sido saldada:


Hasta dentro de un mes, muchachos.

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viernes, 1 de marzo de 2019

Mierda suelta de febrero

A continuación, el segundo mes de penitencia. Me arrepiento muchísimo de haberme comprado, entre otras cosas, la puta agenda, pero el escarmiento continúa.

1 de febrero

Necesito una alfombrilla para mi ratón. Y aunque mi primera idea ha consistido en hacerme con una de Rick y Morty, he preferido ser algo más original y encargar una personalizada.

Como quería ponerle alguna imagen en plan meme o shitposting, he recurrido a mi hermano, que es el mayor experto en la materia en todo Internet, y tras darle una ligera idea de mis requisitios, el bestia de él me ha mandado casi cincuenta imágenes. No obstante, a pesar de su esfuerzo, al final he decidido que la alfombrilla de ratón de mi mesa de trabajo incluirá esta imagen que he encontrado entre la morralla que hay en mi móvil:

fuente: fox

2 de febrero

Hoy se cumple una semana de nuestro último pedido de pizza a domicilio. Encargamos al Dominos una pizza familiar, unas bolas de queso, un pan de ajo y una minipizza de chocolate. Como esta última nos iba a provocar un empacho, la dejamos en el microondas para más adelante.

Y nos olvidamos de ella.

Hasta hoy.

Bueno, pues resulta que al chocolate también le puede salir moho, fíjate.

3 de febrero

Hoy he descubierto mientras hacía cola en las cajas del Primark que venden kits de emergencia para sujetadores. Con pezoneras y todo:


Y le he dicho a mi novia: "qué apañadas que sois las tías. El día que dejéis de odiaros unas a otras, dominaréis el mundo".

4 de febrero

Parece que sólo sé hablar de mi nuevo curro, pero es que paso aquí la mayor parte del día. Y con razón: dispongo de gimnasio, duchas, sala de juegos, desayuno, comida, bar, aperitivos a todas horas... Y encima de forma responsable. Porque, aunque es cierto que las golosadas y el chocolate campan a sus anchas por la oficina, también hay fruta y snacks más o menos sanos. Por ejemplo, hoy he probado una galleta integral de ésas sin gluten ni grasas saturadas ni azúcar, pero con chocolate blanco. Y el chocolate blanco estaba riquísimo. Aunque tengo que reconocer que el serrín me ha gustado menos.

5 de febrero

Sí, hoy también voy a hablar de mi trabajo. Y es que estoy en esa fase inherente a los primeros días en la que toca tragarse un montón de cursillos sobre seguridad, ergonomía y chorradas por el estilo, con vídeos para tontos que explican cómo levantar una caja del suelo sin romperse los riñones o que hacer chistes acerca del atuendo de tus compañeros está feo. Que sería más rápido si todo estuviese en papel, pero no se lo leería ni Dios.

Total, que para ganar tiempo he reproducido los vídeos a 1,5x su velocidad y ha sido como ver un episodio de La que se avecina.

6 de febrero

Lo habéis adivinado. Vuelvo a contar algo relacionado con mi trabajo. Esta vez me voy a centrar en el baño de caballeros de mi oficina. Hay varios, y todos tienen más o menos la misma disposición: dos urinarios, tres retretes y lavabos aparte. Pues bien, hoy me he metido en uno de estos baños, tras una reunión de dos horas, con la vejiga como un balón de Nivea, y los tres retretes estaban ocupados y en pleno work in progress. Pero es que el sonido que provenía de los cubículos era de lo más armonioso y acompasado, como si allí dentro estuviesen interpretando un fragmento del Tubular Bells.

7 de febrero

Os esperaréis que hoy también hable de algo que haya pasado en mi oficina, y no os voy a defraudar. Mientras comía en el edificio con mi novia (sí, trabajamos juntos. No, no da lugar a discusiones. Os jodéis) y yo luchaba, tenedor en mano, con el filete de pescado del menú, ella me ha preguntado que por qué no usaba el cuchillo. Y yo, que soy previsor, le he respondido que lo estaba reservando, pues el postre iba a consistir en un kiwi partido en dos (con el cuchillo, obviamente) y comido a cucharadas. "Y no quiero que el kiwi me sepa a pescado", he dicho. Mi novia ha entendido "culo" en vez de "kiwi" y se ha tirado cinco minutos llorando de la risa delante de todo el mundo.

8 de febrero

Hoy ha sido el último día en mi oficina para un compañero al que no he llegado a conocer. Pero eso no ha impedido que me apuntase a su despedida en un bar cercano al trabajo. Había bastante gente, y en un momento de la tarde me he juntado con una alemana, un estadounidense y una sueca con los que he jugado, por turnos, a tratar de decir el mayor número de países de ciertos continentes posible. Llegados a Sudamérica les he dado una paliza. Y cuando me han preguntado que por qué conocía tantos, les he dicho que sólo he enumerado todos los que ha ido perdiendo mi país a lo largo de la Historia.

9 de febrero

Mi gata ha tenido la feliz ocurrencia de mearse en mis guantes del gimnasio. Culpa mía por dejarlos por el suelo, pero ése no es el tema. Cuando he ido a por otros he estado a punto de decirle a la dependienta "¿Son imper-MEABLES?". Y menos mal que no lo he hecho, porque el chiste es malo como para merecer que me echen de la tienda a hostias.

10 de febrero

Hoy he tenido una conversación con mi gata, pues he querido que comprendiese que su acción de ayer era incorrecta, y considero que el diálogo es la base para resolver todos los problemas. Por ello, le he dicho: "como vuelvas a mearte en mis guantes, me como tus ojos".

11 de febrero

Siempre he mantenido que soy un miserable y una mala persona. Al menos desde el punto de vista teórico. Para que os hagáis una idea, hoy he descubierto que el chico que se sienta a mi lado está intentando dejar de fumar, y hasta se está leyendo libros de ayuda y tal. Pues bien, se me ha ocurrido que YO podría empezar a fumar ahora, y pasarme el día en plan "uff, necesito un cigarro", o "me bajo a fumar. ¿Se viene alguien?". No lo voy a hacer, pero no me digáis que no es de miserable todo lo que se me ocurre.

12 de febrero

Hoy voy a hacer una reflexión que no tiene gracia, pero que me ha mantenido ocupado gran parte del día porque es más que evidente que tengo un problema.

Los armarios de las películas americanas en los que se esconde el asesino. No me jodas. No sé vosotros, pero en mi casa no ha habido nunca armarios con el espacio tan mal aprovechado. ¿Que tienes hueco como para que pueda meterse un adulto de pie ahí dentro? Pues pon unas cajoneras para guardar camisetas dobladas o algo, coño.

13 de febrero

Hoy se ha acercado a mi sitio una compañera a última hora del turno para hablar un rato, y me ha encontrado en mi silla con un nivel de enchepamiento considerable. Vale, estaba inclinado hacia delante y con los codos apoyados en unos reposabrazos demasiado altos, pero aún así le ha parecido alarmante mi falta de higiene postural. Y yo le he hecho saber que a quienes medimos más de metro ochenta sólo se nos tiene permitido un máximo de dos horas de comodidad al día. Y le ha hecho gracia, a la hijaputa.

14 de febrero

Por si no me conocéis lo suficiente, os diré que San Valentín me parece una mierda. Eso no impide que hoy quiera compartir la escena romántica que he vivido en los baños de mi oficina. Según he ido a entrar en dichos baños, mientras iba distraído y me disponía a empujar la puerta, otro tío la ha abierto desde dentro, y ha habido un momento en el que sus dedos y los míos se han entrelazado de una forma grácil. El gesto ha durado menos de un segundo, pero ha sido tiempo suficiente como para que me diese cuenta de que el hijoputa tenía la mano mojada.

15 de febrero

Una cosa que me pasó ayer y que no conté es que por la mañana, mientras hacía pesas antes de entrar al trabajo (que ya lo he dicho antes, pero como me gusta fardar de ello os digo que en mi trabajo tenemos gimnasio) me dio un estupendo tirón en el gemelo de la pierna derecha que me tuvo en el suelo un par de minutos con cara de piedad. Eso no ha impedido que hoy haya vuelto al gimnasio, y que mientras corría en la cinta mi pierna izquierda haya dicho "solidaridad, hermana", regalándome un nuevo tirón en el gemelo correspondiente.

16 de febrero

Estimada irlandesa con la que he compartido mesa durante unos momentos porque no había sitio en el pub dublinés en el que he cenado: en serio, yo no tenía tanta hambre y me parece bien que te hayas comido la mitad de mi pizza. No tienes que darme las gracias mil veces.

17 de febrero

Hoy me he encontrado con uno de mis antiguos (y eso que no ha pasado ni un mes) compañeros de trabajo, y le he confesado que, a pesar de lo bien que estoy donde estoy ahora, echo un huevo en falta que en mi nuevo curro no haya andaluces con los que poder meterme.

18 de febrero

Hoy toca coña en inglés. Es lo que hay, lo siento. Desde que estoy en mi nuevo trabajo apenas me relaciono con hispanohablantes de forma exclusiva y me toca ampliar fronteras. En fin, que me hallaba yo comiendo con otra española, una mexicana, una belga y una italiana, y la belga ha preguntado que de qué era la salsa que le habían echado al solomillo. La mexicana, que le había notado un regusto a nueces, a dicho "nuts?", y yo le he increpado "nuts sauce?". Y ha sido muy bonito porque en ese momento la mexicana y yo nos hemos dado de codazos con la mirada.

19 de febrero

Creo que ya lo he dicho alguna vez en este blog, pero lo voy a repetir para rellenar hueco. A mi gata le encanta salir a la calle por las tardes. Y como la mayor parte del año aquí hace un frío de mierda, mi novia y yo tenemos que estar atentos y abrir y cerrar la ventana cada vez que quiere entrar o salir. Pues bien, hoy yo no era consciente de que mi gata estaba en casa cuando he decidido subir al piso de arriba sin encender la luz, y me he encontrado con esto:


A ver si este fin de semana tengo tiempo y busco mis huevos, que no sé en qué parte de la casa han aterrizado.

20 de febrero

Hay días en los que lo más gracioso que se me ocurre no tiene excesiva gracia para mí, pero la reacción que provoca en los demás es tan hilarante que tengo que quedarme con eso. Y hoy ha tenido lugar una de dichas situaciones: después del trabajo nos hemos juntado varios compañeros en un bar cercano, y una ha comentado que no sé qué pavo debe provocar que ella moje las bragas. Otra compañera ha dicho que está casado, y yo he añadido todo serio: "pero igual no le importa". Y la afectada se ha puesto a aplaudir y a gritar que soy hilarante.

Y yo: "po vale".

21 de febrero

Al igual que ayer, hoy también ha sido uno de esos días en los que yo considero que no soy para tanto, pero otra compañera ha reconocido que lo que le he dicho ha sido lo más gracioso que ha oído en mucho tiempo. Juzgad: estábamos en plena videoconferencia, pero se oía todo lo proveniente de las salas adyacentes, así que me he excusado y he dicho que me sentía como si estuviese viendo una peli tranquila en unos multicines baratos, que se oyen los tiros y las explosiones de la peli de acción de la sala de al lado.

En serio, qué público más fácil tengo desde que trabajo aquí.

22 de febrero

Me gusta que las circunstancias que se dan me hagan sentirme un agente del caos. Hace poco más de un mes dejé mi anterior trabajo, y para ello tuve que dar treinta días de preaviso. Me fui un viernes, y a la semana siguiente dio su preaviso uno de mis compañeros andaluces. Pues bien, él se ha ido hoy y la semana que viene va a dar su preaviso otro andaluz del equipo. Tengo fe en que el último que queda haga lo propio dentro de unas semanas y cierre este círculo infernal que considero que he empezado yo. MUAJAJAJAJA.

23 de febrero

El de hoy ha sido el típico sábado en el que sales de casa por la tarde en plan tranquilo con la idea de cenarte una pizza y terminas a punto de comprarte un piso en el sur de Tenerife para realquilárselo a turistas guiris.

24 de febrero

Queda menos de una semana para que publique el resumen de este mes, y es posible que cuando leáis esto aún estén emitiendo en cines la peli de Lego 2. Así que aprovechad para NO ir a verla, porque es una puta mierda insufrible.

25 de febrero

Hoy voy a dedicarme únicamente a rellenar hueco metiendo paja, porque lo interesante del día es que por fin me han llegado las pegatinas que pedí para poner en mi portátil del trabajo. Meteré la foto al final, y el espacio que me queda en la agenda lo voy a rellenar con un comentario que he visto en una noticia de la página de Facebook de El Norte de Castilla:

"Aborto gratuito, perdonaaaa...!! Ni yo , ni nadie tiene xq pagar los polvos inconscientes que echan otras. Estas tipas no tienen nada mejor que hacer? Que trabajen y dejen de vivir del cuento."


26 de febrero

Hoy he decidido complementar mi sesión de gimnasio con un batido de proteínas. He ido a la cocina de mi oficina con mi sobre de polvos proteínicos bajo el brazo, he sacado una botella de leche medio llena del frigo, he mezcldo polvos y líquido vacuno en mi shaker y he devuelto la botella al refrigerador. Y justo antes de volverme a mi sitio, un compañero ha sacado la misma botella del frigo, la ha abierto, la ha olido... y lo ha tirado todo por el fregadero con cara de asco. Y yo he mirado mi batido y en ese momento todos mis ancentros me han susurrado: "ni se te ocurra, que estas cosas valen un dinero".

27 de febrero

Hoy he estado hablando con una compañera acerca de las relaciones entre hombres y entre mujeres, y le he confesado medio en broma que no me gusta demasiado juntarme sólo con tíos porque tarde o temprano acaban hablando de fútbol. Ella ha replicado que, entre mujeres, al final "todo es drama", y que es un extremo al que no le hace ninguna gracia llegar. Y como a los dos nos parece hilarante bromear acerca de ocultar las emociones y los sentimientos para no marear a los demás, hemos adoptado el lema less drama, more trauma como forma de vida.

28 de febrero

Si hoy se me hubiese aparecido la Virgen, o un genio en plan Aladino, o el espírituo de Rita Barberá, y me hubiesen dado la oportunidad de erradiar de este planeta lo que yo considero más nocivo para la vida y la existencia en general de toda criatura, no lo habría dudado ni un momento: los calvos amargados. Tío, vale que igual estoy ocupando gran parte del pasillo de los chocolates del supermercado, pero tienes boca para pedir que me aparte, coño, que no te he visto acercarte. No hace falta que me embistas como un puto carnero. Como un puto carnero CALVO.

Y hasta aquí febrero. Supongo que nos volveremos a ver en marzo.

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viernes, 1 de febrero de 2019

Mierda suelta de enero

Tal y como prometí, aquí viene el resumen del mes de enero. No voy a liarme dando explicaciones, que la entrada va a ser larga sólo con la trascripción de todas las chorradas que he escrito en mi agenda durante el mes.

1 de enero

El espejo de mi baño es una mierda. Es tan pequeño y está tan abajo que sólo refleja la parte de mí que hay entre mi cuello y mi cintura. Y ha sido mientras sufría de esta carestía espejil que he reflexionado acerca de los tres tipos de hombre que existen en función de su densidad pecto-capilar: los que tiran de cera o cuchilla y tienen el pecho como un azulejo, los que portan un felpudo debajo del cuello y los que tenemos aquello que parece que está sin acabar, que cuando vamos a la playa y salimos del mar da la impresión de que se nos han enganchado algas en los pezones.

2 de enero

He leído en un libro sobre geopolítica que no todos los soldados nazis eran rubitos de ojos azules y facciones de reacción alérgica como pintan en las películas. Resulta que hubo musulmanes en los Balcanes y en el Cáucaso luchando por Hitler, con fez y todo. Y hasta hubo soldados nazis judíos y descendientes de judíos, según algunos historiadores. Que entre los nazis hubiese "de todo, como en botica" ha hecho que se me ocurra un chiste incendiatwitter, pero que voy a contar, porque opino que con el humor, CERO LÍMITES:

No me gusta usar el término feminazi, porque es despectivo y puede ofender a nazis que sean feministas.

3 de enero

Los españoles de mi oficina estamos metidos en un grupo de Whatsapp, y uno de ellos ha dicho hoy en dicho grupo que busca piso para compartir. Resulta que actualmente vive con una mexicana y una española, y la idílica convivencia del lugar se ha debido ir a la mierda: la mexicana no para de meter cizaña y quiere que mi compañero se largue cuanto antes. Otros miembros del grupo le han preguntado si aquello no se puede arreglar de alguna manera, y él ha asegurado que no. Pues bien, en ese momento de bajona máxima he contribuido a la conversación con el siguiente mensaje:

La Noche Triste 2 confirmed

4 de enero

Hoy he visto varias noticias acerca de la que está empezando a liar Bolsonaro en Brasil, y es inevitable preocuparse ante semejante panorama. Me cuesta entender qué es lo que puede llevar a millones de personas a brindar su apoyo a quienes promueven esta clase de políticas reaccionarias. Aunque he de reconocer que daría mi voto sin pensármelo dos veces al primer político (del signo que sea) que prometiese meter en la cárcel a toda esa GENTUZA que en aviones, estaciones, aeropuertos y lugares públicos en general, es incapaz de callarse mientras alguien está hablando por megafonía.

5 de enero

Le pregunto al dependiente de la tienda de souvenirs de Valladolid que si tiene imanes... (y él empieza a hacer un gesto con la mano en dirección al muestrario de imanes) ...con termómetro incorporado (y entonces detiene su mano de golpe y me dice que no). A lo largo de mi vida he dejado a mucha gente con la palabra en la boca, pero es la primera vez que dejo a alguien con el señalar en el dedo.

6 de enero

A mi madre le ha tocado la sorpresa del roscón. Es un patito. Muy chulo y tal. Después de sacarlo del plástico en el que venía envuelto y de quitarle los restos de nata, he descubierto que tiene una raja enorme en la cara. El patito Padilla, le he bautizado:


7 de enero

El día de hoy no ha tenido nada de especial, y todas las actividades que he llevado a cabo han sido de lo más monótono: levantarme, desayunar dos cruasanes con Nocilla, ir a Ikea a por ropa de cama, apurar los restos de roscón que aún quedan en casa, recoger la decoración navideña, reflexionar acerca del sentido de la vida y de la existencia misma durante todo el proceso de obtención de una muestra de heces, cenar un plato de bacalao con tomate viendo a Ana Pastor de invitada en El Hormiguero... Pues eso, un día de lo más soso y rutinario el de hoy, oye.

8 de enero

¿No os parece entrañable esa gente que pretende haceros cómplices de su estupidez? Como la señora con la que he coincidido esta mañana ante la puerta de entrega de muestras en el centro de salud. Va y me dice: "¿hay que llamar a la puerta para entregar las muestras? Porque antes he llamado y me han dicho que no, que saldrían a pedirlas. Pero de eso ya han pasado unos minutos". Pues nada, señora, vuelva usted a llamar, no sea que hayan cambiado la forma de trabajar en los últimos diez segundos. No, mejor, abra la puerta y arroje dentro lo que sea que haya en el bote de tapa roja que tiene usted en la mano, sin avisar. Verá qué risas.

9 de enero

Tiempo Después me ha parecido maravillosa. Tanto, como las dos putas yayas que se han sentado en la misma fila en la que mi padre y yo estábamos intentando ver la película. Se han pasado la hora y media que hemos estado a oscuras comentando las escenas a voces y encendiendo la pantalla de sus móviles para consultar la hora, con el añadido de haberse tirado el último cuarto de hora de peli diciendo que no les gustaba y que se querían ir. Ha sido tan descaradamente surrealista que lo he considerado parte del guion. Es más, si alguna de ellas hubiese MUERTO, le habría dado aún más énfasis a la experiencia. Pero no ha habido suerte, lamentablemente.

10 de enero

Viendo ¿Dónde estabas entonces? he recordado una anécdota bastante patética de mi noventera infancia. Y es que varios chicos de mi clase nos habíamos "pedido" (en el más patriarcal sentido de la palabra) cada uno a una spice girl. Y había movida porque tanto mi compañero Gorka como yo teníamos puestos los ojos en Geri Halliwell. Pero bueno, al final se resolvió el conflicto y fui yo el que se ganó la exclusividad del mito erótico al jugar de puta madre al fútbol durante determinado recreo y marcar tres goles. Fue tal la alegría que sintió Gorka al ver que ganábamos gracias a mí, que me dijo mientras celebrabamos el tercero: "la Geri pa ti".

Dios, qué asco me ha dado recordar esto.

11 de enero

He llegado a Valladolid a tiempo para poder disfrutar de una nueva edición de Pingüinos. Para quienes no lo conozcan, se trata de una concentración motera que tiene lugar a principios de enero, y que cuenta con varias actividades interesantes, como el desfile de antorchas en el que se honra a motoristas fallecidos en accidentes de tráfico o el concurso no oficial que consiste en aguantar el mayor tiempo posible dando por culo con la moto al ralentí bajo mi ventana mientras yo intento dormir una puta siesta.

12 de enero

Esta mañana se me ha ocurrido una chorrada de la que estoy especialmente orgulloso (igual es por haber sido ingenioso en ayunas). Tanto es así, que la voy a poner en forma de meme:

fuente: fox

13 de enero

El Infierno tiene un círculo dedicado a aquellos viajeros del Alvia que se encuentran a conocidos y se pasan todo el puto trayecto Valladolid-Madrid hablando a gritos en el pasillo del vagón como si fuesen pingüinos con la moto al ralentí y me joden la siesta.

14 de enero

Mi novia le ha comprado a nuestra gata unas gominolas específicas con forma de diente, y hay que ver lo que le han gustado: le hemos dado dos y casi se vuelve loca. Vamos, que tienen que saber bien. No puedo confirmarlo porque (evidentemente) no las he probado. Sin embargo, me ha dado por asomar las narices al interior de la bolsa y JO-DER. Ha sido como caer en el abismo de los hedores. La arcada me ha dejado momentáneamente ciego, y las náuseas seguían conmigo mientras me he metido en la cama.

Ahora sé cómo se siente el ginecólogo de Ana Botella.

15 de enero

No voy a dar detalles, pero ésta es mi última semana en mi actual trabajo. El lunes empiezo en otro sitio, de ésos que tienen un huevo de benefits (lo pongo en inglés porque eso en España no existe). A los cuatro compañeros con los que como a diario (los cuatro andaluces, aclaro) les corroe un poco la envidia, pero en el fondo se alegran por mí e incluso fantasean con la idea de irse conmigo al nuevo sitio. Uno de ellos, durante la comida de hoy, ha afirmado que cada día se me ve más contento, y ha terminado su observación con un "el viernes, a lo mejor hasta te vemos reírte un poco y todo".

16 de enero

Dentro de dos días llevaré palmeritas a la oficina por eso de que es mi último día y tal. Uno de mis compañeros no irá ese día porque le van a operar o se va a hacer un implante o algo por el estilo, así que le he llevado un par de palmeritas sólo a él. Mientras se comía una de ellas, le he dicho lo mismo que le dijo Manuel Manquiña a aquel agonizante del hospital gallego cuando fue de visita vestido de rey mago y le dio un caramelo: "para endulzar el tránsito". Mi compañero, que se conocía la historia, ha estado a punto de morir asfixiado al oírme.

17 de enero

Hoy hemos estado hablando en mi oficina de cómo cambia la historia entre Mad Max y Mad Max 2, pues la primera va de un policía australiano persiguiendo punkis (o eso creo, que la vi hace ya mucho) y la segunda ocurre después de un cataclismo que manda el mundo a la mierda, obligando a los supervivientes a luchar entre clanes en un mundo desierto. Y me ha dado por pensar que todas las películas deberían contar con una secuela postapocalíptica en la que los mismos personajes deban sobrevivir en las condiciones que acabo de describir. Todas las películas, insisto. Empezando por La La Land.

18 de enero

El de hoy ha sido mi último día de curro. Mi jefa, acompañada por todos los compañeros de mi equipo y algunos empleados más, se ha acercado a mi sitio para darme una tarjeta firmada por todos y agradecerme todo el trabajo que he hecho durante estos años y blablabla. Tras esto, me ha tocado hablar a mí, y no se me dan bien estas cosas. Al final, lo único que he logrado decirle a todos ha sido que me alegraba de haber trabajado allí porque he tenido la suerte de pertenecer a un equipo muy profesional, capaz de lograr objetivos increíbles, a pesar de estar lleno de andaluces.

19 de enero

Hoy, mientras paseábamos por un pueblo del sur de Dublín, he visto en un escaparate un traje de niño que mi novia ha encontrado de lo más tétrico. Y con razón. Juzgad:


Y a mí me han entrado ganas de entrar y decir: "¿Me pone un traje para enterrar a un niño? Y envuélvamelo, que es para regalo".

20 de enero

Hoy estoy escribiendo aquí estas líneas únicamente porque me sabe mal dejar el hueco en blanco. Y es que realmente no tengo nada que decir que esté a la altura de esta joya que he descubierto en Facebook:

fuente: facebok

21 de enero

Hace un par de días, nuestra gata tuvo una de sus habituales broncas con los gatos del barrio, llevándose en esta ocasión un par de mordiscos en el culo. Uno de dichos mordiscos se ha infectado, por lo que la pobre ha pasado el día en el veterinario.

Está mejor, gracias, pero tiene la base de la cola rapada y cicatrizando, por lo que tiene que llevar el cono de la vergüenza durante una semana. Y como no puede rascarse, tengo que rascarle yo el cuello, causando que pierda el equilibro poco a poco hasta que acaba volcando. A este fenómeno lo llamo "Lopetegui cruzando un puente diseñado por Calatrava".

22 de enero

Nuestra gata está mejor que ayer y ya no se queda alelada mirando a lugares aleatorios de la cocina. Entre otras cosas porque ya no se encuentra bajo el efecto de ninguna droga. De hecho, se está acostumbrando bastante bien al disfraz de lámpara, apenas se lo mancha de polvo cuando hace sus necesidades en la arena y es capaz de subir y bajar con soltura las escaleras de la casa. Es más, a última hora se ha metido en la bañera (que estaba seca) y se ha puesto a dar vueltas persiguiendo su cola, dándome una valiosa lección de vida que voy a compartir con vosotros:

No permitáis que ningún contratiempo os impida actuar como si fuéseis gilipollas.

23 de enero

Quienes me conocéis sabéis que lo de copiar chistes y coñas de terceros y hacerlos pasar por míos se me da de puta madre, y hoy he tenido la oportunidad de volver a hacerlo, en frente de un nutrido grupo de compañeros de mi nuevo trabajo y con hilarantes consecuencias. Estábamos hablando acerca del soporte técnico y la atención al cliente, y ha salido el tema de los padres y la tecnología. Ahí es cuando yo he dicho: "Si os desespera tener que enseñar a vuestros padres a usar Skype, recordad que ellos tuvieron que enseñaros a usar una cuchara". Como si se me acabase de ocurrir, oye.

24 de enero

Hoy, uno de mis antiguos compañeros ha descubierto el "regalo de despedida" que le dejé antes de irme. Resulta que este muchacho trabaja en un departamento sin relación alguna con el mío. Pues bien, como "deferencia" hacia quienes puedan escribir a mi ya inactivo email, he creado una respuesta automática informando de que ya no trabajo allí, e indicando que si necesitan ayuda pueden ponerse en contacto con... Sí, mi antiguo compañero. Que no les va a poder ayudar y tendrá que redirigirles, pero... ¿Lo que divierte que te carguen trabajo a mayores? ¿Eh?

25 de enero

Hoy quiero odiar un poco. Pero no va a ser un odio general e indiscriminado, no. Lo de odiar sin justificación me parece, cuanto menos, feo. Mi odio va dirigido a un sector específico de la población, y confío en que quienes leéis esto os unáis a mi causa. Porque estamos en dos mil diecinueve y aún hay gente que en vez de decir "la pescadilla que se muerde la cola" dice "la pescadilla que se muerde la polla". Uuuuh, qué malotes... Que no os oiga la seño decir eso, ¿eh? En serio, joder, que ya tenemos una edad, y quedáis como imbéciles soltando semejante mierda. Es más, moríos, directamente.

Feliz viernes y tal al resto.

26 de enero

Hoy he descubierto que es mala idea ver una película de ésas de tensión constante (The Cloverfield Paradox, en este caso) y jalarme una pizza familiar del Dominos. Ya ha pasado un rato de eso y mi estómago sigue echándomelo en cara.

Me va a tocar doblar la almohada para poder dormir.

27 de enero

Viendo a mi gata disfrazada de lámpara esta mañana, me he preguntado por un instante si, al gritarle por el culo, el sonido le saldría amplificado por el cono. Envidentemente, NO LO HE INTENTADO PROBAR. En serio, ¿qué clase de persona creéis que soy?

28 de enero

Malas noticias: a mi gata no le han quitado el cono de la vergüenza, y tendrá que llevarlo, al menos, hasta el viernes. Y ahora es cuando voy a contar lo que ha pasado en el veterinario. La doctora le ha hecho un chequeo rápido, y aunque parece que está bien y no hay fiebre ni infección, la herida no ha terminado de cicatrizar. Que la muchacha se ha dedicado a estrujársela para comprobarlo, y aunque haya sido algo necesario y yo en las prácticas veterinarias no me meto, he sufrido hasta el punto de casi decirle "Agradece que no sea andaluz, que si no, ya te habría sacado la navajilla".

29 de enero

Mi nuevo trabajo no me está dando, por el momento, muchas oportunidades de hacer el payaso: no tengo a andaluces cerca de con los que me pueda reir y aún no he construido la confianza suficiente con mis nuevos compañeros como para hacer coñas denunciables (las únicas que se me dan bien, por otra parte). Lo más gracioso/ingenioso que se me ha ocurrido hoy ha sido bautizar al portátil Apple que me han asignado "Mi Amigo Mac". Joder, pero qué largo se me está haciendo el mes...

30 de enero

Hoy ha tenido lugar una de esas situaciones que mi novia y yo protagonizamos tan a menudo y que consisten en desvariar colectivamente hasta alcanzar límites surrealistas. Esta vez ha sido mientras nos dirigíamos al gimnasio, arrastrando las agujetas de días anteriores. Mi novia ha empezado a canturrear "Mátame camióoon..." y en ese momento se me ha ocurrido que podría existir la canción "Mátame Camión", pero para niños. En plan espectáculo de los Cantajuegos o episodio de los Lunnis.

31 de enero

El catarrazo que me ha invadido durante los últimos días de impide ser ingenioso o tener un mínimo de gracia. Así que, sintiéndolo mucho (en realidad no lo siento nada), voy a acabar el mes copiando una vez más una coña que vi en su día en Internet y que he recordado al tomarme hoy uno de los muchos cafés que me están manteniendo con vida. Y es que lo de los dibujitos en la espuma es una trampa discriminatoria: si eres diestro, te encuentras un corazón cuando coges la taza; pero si eres zurdo, lo que te llevas a la boca es un par de huevos.


Hala, hasta el mes que viene. O no.

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lunes, 14 de enero de 2019

Descagándola

En su día escribí una entrada dejando bien claro que si meter la pata fuese una disciplina olímpica, a estas alturas ya habríais visto mi jeta en unas cuantas portadas del Marca. Y no aprendo, pues he vuelto a hacer gala de mis dotes, protagonizando un nuevo "anda, que ya te vale" que voy a relataros a continuación (pero muy resumido, que no quiero aburriros).

Debido a que soy socialmente cortito (por no decir "nulo"), todos aquellos emails que llegan a mi bandeja de entrada del trabajo incluyendo en su asunto o en su cuerpo el menor indicio de actividad grupal suelen irse rapidito a la papelera junto con mi deseo de responder al emisor de turno con un "a mí no me vengáis con mierdas". Pero esto último no lo hago, porque no quiero darle demasiado trabajo al personal de Recursos Humanos. Pues bien, hace unas semanas decidí darle una oportunidad al correo relativo al "amigo invisible en modo elefante blanco" que me llegó el otro día, y lo hice por dos motivos:

El primero de estos motivos fue nostálgico, y es que los pocos compañeros de mi anterior empresa que no volvíamos a casa por Navidad solíamos juntarnos el 24 de diciembre en el piso de una belga muy simpática que organizaba una cena/barbacoa de interior durante la cual SIEMPRE acababa saltando la alarma de incendios. Otra cosa que hacíamos allí (y aquí va lo de la nostalgia) era un pequeño  juego introducido por los daneses del grupo: todos llevábamos cinco o seis regalos (mierdas del Tiger, básicamente) que depositábamos sobre la mesa. Y por turnos, durante un tiempo establecido, cada uno elegía uno de los presentes del montón o se lo quitaba a quien lo hubiese elegido (recuerdo que le describí el mecanismo a un compañero madrileño y su reacción fue decir "cómo le gusta el pillaje a estos vikingos"). Al final, todos contaban en su haber con cierto número de regalos, y al desenvolverlos descubrían si habían hecho buenas elecciones o no.

El segundo motivo fue un intento por mi parte de ser menos asocial e integrarme un poquito más. Que vale que soy el único que se queda comiendo de tupper los viernes mientras todos se van a jalar fuera, pero esto iba a ocurrir sólo una vez y yo no tendría por qué salir herido al aceptar unirme.

Así que pasé de leerme el parrafazo de veinte líneas que explicaba cómo se jugaba a lo del elefante blanco y respondí con un "venga, contad conmigo" esperando pasarlo tan bien como con mis excompañeros vikingos en casa de la belga las vísperas de Navidad de hace unos años.

En preparación para el evento, me pasé la mañana del sábado adquiriendo toda clase de productos, a cual más ridículo (aunque incluyendo algunos decentes para compensar), tratando que el total de sus importes no superase los quince euros (porque vale que no me leí las instrucciones del juego, pero lo de la pasta me lo aprendí de memoria). Así, cayeron unos estropajos con forma de corazón, una agenda para 2019, una caja de bombones, una botella de salsa de soja que envuelta en papel de regalo parecería de vino, un imán con forma de realista cabeza de ciervo... La joya de la corona, he de admitir, fue un papá noel relleno de galletas al que, cuando cubriese con el papel, me encargaría de dar la mayor forma fálica posible:

El papá noel que hizo llorar a Leonardo Dantés

Catorce euros llevaba gastados. El euro que faltaba iba a ser invertido en un spinner, pero ninguna de las tiendas en las que entré aquel sábado por la mañana vendía ya el artilugio que tan de moda se puso tiempo atrás.

Dos días después, de vuelta en la oficina y a tres días de la celebración del evento, me acerqué al sitio de la organizadora y le pregunté (por confirmar que no me estaba pasando de listo) que cuántos regalos había que comprar como mucho.

Me dijo que sólo uno, y que lo ponía en las instrucciones que nos había mandado por correo.

"Me voy a tener que meter el papá noel fálico por donde te tendrías que haber metido tú el correo invitándome a esta mierda", pensé. Pero, teniendo en mente una vez más al atareado personal de Recursos Humanos, no dije en voz alta todo eso. Sólo respondí con un "ya, ya. Ya lo sabía" y volví a mi sitio a lamentarme por haber tirado los tickets a la basura.

De todas formas, al final no tuve que molestarme en gastarme quince euros en UN regalo, pues me tocó mover papeles a última hora el día que se organizó el elefante blanco (cuya mecánica sigo sin tener muy clara, todo sea dicho) y me lo perdí. Pero bueno, los compañeros que sí participaron me confesaron después que aquello no fue nada del otro mundo.

Lo malo es que aún contaba con purrela valorada en catorce tazos de la que no sabía cómo deshacerme sin sentirme especialmente imbécil (y menos mal que no llegué a comprar el puto spinner. MENOS MAL). Decidí entonces que trataría de arreglar el desaguisado de la mejor forma posible, por lo que los estropajos esperan ser utilizados la próxima vez que limpiemos el baño, allá por agosto. Los bombones ya no se encuentran entre nosotros (y bien ricos que estaban). La soja caerá el próximo día que se me ocurra preparar sushi. El papá noel fálico queda pendiente para una nueva entrega de "haz un regalo que acepte troleo". El reno, no sé. Y la agenda será la protagonista de este blog durante todo el año. Me explico (y así comprenderéis por qué me ha dado por largaros hoy esta turra a modo de puente):

Casi todos los días se me ocurre, me sucede, o tiene lugar alguna gilipollez que, si bien suena graciosa dentro de mi cabeza, no tiene la chicha suficiente como para convertirse en entrada completa. Por ello, voy a recopilar esta MIERDA SUELTA a razón de un concepto diario, voy a apuntarlo todo en la agenda y el primer día de cada mes publicaré una entrada resumen de todo lo recogido durante el mes anterior. O no, porque igual me canso de la idea o resulta ser un puto fiasco (lo cual sería una pena, porque no tengo pensado hacer nada más con este blog en todo 2019).

Y ahora es cuando vosotros, que sois tan listos, me decís: "pero eso que estás contando es como Twiter. ¿Por qué no te abres mejor una cuenta de Twitter?". Y yo os digo que no PORQUE. TWITTER. ES. UNA. PUTA. BASURA.


EDIT: Al final he logrado darle salida a la cabeza de reno. Se la voy a dar a la murciana. Y no veáis la ilusión que le ha hecho (lo cual aún no comprendo, pero bueno).

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