viernes, 19 de agosto de 2016

Un blog. En 2016. No me jodas

Pues sí. Me ha dado por escribir un blog a estas alturas, cuando ha quedado más que demostrado que los blogs son cosa del pasado. Y lo he hecho por varias razones.

La primera es que yo también soy cosa del pasado. A día de hoy, crear un blog es tan absurdo como interesarse por la radioafición. Y resulta que también me estoy interesando por la radioafición. Pero de eso hablaré otro día.

La segunda es el que varias personas me hayan dicho que tengo mucha gracia, que escriba un libro o haga monólogos o algo. Evidentemente, son personas que me conocen, porque quienes no me conocen no saben distinguir entre si estoy bromeando o si estoy hablando en serio, por lo que suelen considerarme, más que un gracioso, un miserable. Y es comprensible.

La tercera es que soy un experto en empezar proyectos que no puedo acabar o desarrollar porque nunca tengo tiempo. De hecho, he perdido la cuenta del número de blogs que he comenzado. Para que os hagáis una idea, coincide con el número de blogs que he dejado morir de hambre y asco. E intuyo que a éste le pasará lo mismo. En unos dos meses.

La cuarta razón es que he dejado que mi gata se vaya a dar una vuelta, y no puedo irme de casa dejando las ventanas abiertas porque ahora mismo aquí no hay nadie más que yo. Así que escribir este blog es una forma tan válida como cualquier otra de hacer tiempo mientras vuelve mi gata.

Y de momento no se me ocurren más razones.

¿Que quién va a leer esto? Yo (porque me gusta repasar las cosas antes de darlas por terminadas), mi novia (qué remedio, la pobre), su madre (porque mi novia le envía todas las mierdas que escribo y le hacen mucha gracia), una amiga que tengo en Facebook a la que envío postales desde los lugares que visito, su madre (porque mi amiga le envía todas las mierdas que escribo y le hacen mucha gracia), un amigo que tengo en Alemania (porque, entre otras cosas, para eso están los amigos), mi hermano (al menos al principio), y alguien más, no sé. Bueno, conozco a una murciana que no va a leerme porque está muy ocupada y no tiene tiempo para tonterías.

Quienes estoy seguro de que no van a leer esto son mis padres, que quiero ahorrarles la vergüenza de descubrir que su primogénito se dedica a esta clase de cosas en su escaso tiempo libre.

Y creo que, como introducción, con esto basta, que me he quedado sin ideas y si me gustase hablar por hablar me haría youtuber. Además, mi gata acaba de volver. Y quiere cenar.

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